19 de septiembre de 2012

Hasta siempre, Don Santiago


Después de muchos días alejado del blog, retomo la escritura para despedirme de Santiago Carrillo, fallecido ayer a la edad de 97 años. Para muchos de nosotros, temprana edad.
Como Buñuel, que gracias a dios era ateo, Carrillo, gracias a dios, no fue un santo. Hoy la derecha recordará Paracuellos del Jarama como nunca (o como siempre). Reinventarán la Historia a su medida, iluminando lo que les interesa y oscureciendo lo que no, con ese miedo atroz que tienen a la cultura y a la inteligencia, o mejor dicho, a que la ciudadanía sea culta e inteligente, y por tanto, libre.
Resaltarán las sacas, las fosas (sólo esas, por supuesto). Rescatarán papeles donde se acusa a Carrillo, concretamente los fondos de la  Causa General. La dominación roja en España. Avance de la información instruida por el Ministerio Público (1943). Resumirán el libro de Paul Preston, Holocausto Español, de 768 páginas, en la parte que el historiador dedica al episodio de Paracuellos, obviando el resto de atrocidades que en él se describen, principalmente aquellas perpetradas durante los 36 años de dictadura. Donde Preston dice “no se puede negar implicación” ellos dirán “Preston acusa a Carrillo”. Esos, los que después de un golpe de estado, quinientos mil muertos en una Guerra Civil (casi la mitad lejos del frente), miles de ejecutados después, dictadura, hambre, miseria, torturas, represión… los mismos que después de todo esto sólo hablan del fracaso de la República. Treinta y seis años de lavado de cerebro y aún quieren más. Si nuestra historia se detuvo durante todo ese tiempo, ahora ellos la intentan obviar, como si del gobierno de la República, elegido democráticamente en 1931, simplemente hubiéramos saltado a 1978 y su amada Constitución de mierda.
Ayer murió lo que les da pavor. Murió un testigo de la reciente y tenebrosa historia de España. Un hombre lúcido que peleó antes, durante y después del 36 contra la oligarquía, la sublevación y la dictadura. Pero no contra la democracia. Después de 38 años de exilio volvió con la paz de los que han vivido demasiados horrores. Y eso les  aterroriza porque no tienen excusas contra la paz. Ellos se manejan mejor en las guerras (de hecho, no tienen reparo en meternos en ellas). Por eso rebuscan en la basura de los demás y tiran la suya en casa del vecino.
Carrillo tenía el don de la palabra. Pausado, inteligente, lúcido e informado. Representaba todo lo que se han propuesto eliminar. Y no hablo sólo de su ideología. Era algo más, algo que ellos ni siquiera pueden soñar. Era la voz en medio de su alboroto, el sabio que señala la luna mientras ellos, necios, miran el dedo.
Hace ahora dos años falleció otro ilustre denostado, José Antonio Labordeta, dejando un vacío enorme. Ayer se fue Carrillo. Hoy, sin duda, el mundo es un poco peor.
Hasta siempre, Don Santiago.




1 de agosto de 2012

El Valle del Loira en bici. Introducción: Preparando el viaje.

Este año hemos decidido visitar los castillos del Loira combinando el tren con la bicicleta, algo que en Francia, al contrario que en España, es relativamente sencillo. En total han sido ocho días a través de tres ciudades (Tours, Amboise y Blois), cinco rutas en bici y la visita de siete castillos. Han quedado algunos en el tintero, pero quizás en otra ocasión se pueda completar la ruta. Hemos de aclarar que esto es una experiencia personal y que las combinaciones para realizar el viaje son numerosas. Estas combinaciones dependen de muchos factores: tiempo disponible, presupuesto, lugar de partida, forma física, etc. Aunque reflejemos aquí lo que ha sido nuestro viaje, intentaremos, en la medida de lo posible, dar alguna alternativa distinta que hemos podido observar a lo largo del viaje pero que no hemos podido realizar.

La primera duda que te asalta al preparar las vacaciones es cuál debe ser el primer destino y 
cómo llegar hasta él, lo cual depende en gran parte de tu lugar de origen. En tren hasta Blois, Tours u Orleans, en avión hasta París y de allí en tren hasta uno de los lugares, en coche… hay distintas posibilidades.
Nosotros partimos desde Zaragoza y decidimos como opción más económica y cómoda ir en coche hasta Pau y de allí coger el TGV hasta Tours. Las demás opciones o bien eran más caras, o bien nos obligaban a desplazarnos igualmente en coche hasta algún lugar (Madrid, Barcelona, Vitoria). Teníamos igualmente la posibilidad de ir en avión hasta París, pero todos sabéis que Ryanair, la opción más barata, no aterriza en París, así que había que hacer diversos trasbordos igualmente. Los billetes de tren se pueden adquirir a través de la página web de la SNCF o de la del TGV. Tienes como opción la compra del billete electrónico que tendrás que validar posteriormente en la estación (ojo, con la misma tarjeta de crédito que lo hayas adquirido) o bien puedes solicitar que te envíen el billete por correo, de forma gratuita.

La segunda duda es si llevar la bici o bien alquilarla en una de las numerosas empresas que existen. Decidimos lo segundo por comodidad. La empresa escogida fue Loire Vélo Nature ya que nos permitía cogerla en Tours y devolverla en Blois sin coste adicional. La otra gran compañía es Détours de Loire pero nos cobraban 50 € por devolverla en un destino diferente. En resumen, y como sé que os interesará, por siete días y dos bicis nos cobraron 110 €. Para los que la llevéis de casa, deciros que si bien en los trenes TER e Intercities se puede subir la bici sin desmontar y de forma gratuita, en el TGV hay que llevarla en una funda con la rueda delantera desmontada, gratis igualmente, eso sí.

En cuanto a los hoteles, los reservamos todos desde España y no tuvimos ningún problema. Hay mucha variedad así que esto es decisión vuestra. No obstante iremos poniendo la opinión sobre cada uno de los que estuvimos avisándoos de que nuestra exigencia se limita a que esté limpio, te traten bien y en el caso de este viaje en concreto, de que estén cercanos a la estación. En total pasamos dos noches en Tours, dos en Amboise, tres en Blois y una de propina en Burdeos para que no se nos hiciera tan larga la vuelta. 

Por último, y antes de empezar, iremos poniendo algunos precios tanto de los billetes de tren como de las visitas y los hoteles aunque para que este diario de viaje pueda ser de utilidad añadiremos los enlaces a los distintos lugares donde podréis recabar la información necesaria. 
El primero de estos enlaces es el de la página oficial de el Loira en bici donde podréis encontrar información sobre rutas, hoteles, gastronomía, etc.  http://www.loireavelo.fr/Otro enlace interesante y que además esta disponible en castellano es Castillos del Loira, http://castillosdelloira.es/ donde aparecen los veinte castillos más importantes con enlaces a sus respectivas páginas web.

Sin más, esperamos que este diario de viaje os guste y además os sirva de ayuda en caso de que queráis viajar al Valle del Loira. 

La ruta aqui






21 de marzo de 2012

Día Mundial de la Poesía

Pero ya no hay locos (León Felipe)

 Ya no hay locos, amigos, ya no hay locos. Se murió aquel manchego,
aquel estrafalario fantasma del desierto y ... ni en España hay locos.
Todo el mundo está cuerdo, terrible, monstruosamente cuerdo.
Oíd... ésto,
historiadores... filósofos... loqueros...
Franco... el sapo iscariote y ladrón en la silla del juez repartiendo castigos y premios,
en nombre de Cristo, con la efigie de Cristo prendida del pecho,
y el hombre aquí, de pie, firme, erguido, sereno,
con el pulso normal, con la lengua en silencio,
los ojos en sus cuencas y en su lugar los huesos...
El sapo iscariote y ladrón repartiendo castigos y premios...
y yo, callado, aquí, callado, impasible, cuerdo...
¡cuerdo!, sin que se me quiebre el mecanismo del cerebro.
¿Cuándo se pierde el juicio? (yo pregunto, loqueros).
¿Cuándo enloquece el hombre? ¿Cuándo, cuándo es cuando se enuncian los conceptos
absurdos y blasfemos
y se hacen unos gestos sin sentido, monstruosos y obscenos?
¿Cuándo es cuando se dice por ejemplo:
No es verdad. Dios no ha puesto
al hombre aquí, en la Tierra, bajo la luz y la ley del universo;
el hombre es un insecto
que vive en las partes pestilentes y rojas del mono y del camello?
¿Cuándo si no es ahora (yo pregunto, loqueros),
cuándo es cuando se paran los ojos y se quedan abiertos, inmensamente abiertos,
sin que puedan cerrarlos ni la llama ni el viento?
¿Cuándo es cuando se cambian las funciones del alma y los resortes del cuerpo
y en vez de llanto no hay más que risa y baba en nuestro gesto?
Si no es ahora, ahora que la justicia vale menos, infinitamente menos
que el orín de los perros;
si no es ahora, ahora que la justicia tiene menos, infinitamente menos
categoría que el estiércol;
si no es ahora... ¿cuándo se pierde el juicio?
Respondedme loqueros,
¿cuándo se quiebra y salta roto en mil pedazos el mecanismo del cerebro?
Ya no hay locos, amigos, ya no hay locos. Se murió aquel manchego,
aquel estrafalario fantasma del desierto
y... ¡Ni en España hay locos! ¡Todo el mundo está cuerdo,
terrible, monstruosamente cuerdo!...
¡Qué bien marcha el reloj! ¡Qué bien marcha el cerebro!
Este reloj..., este cerebro, tic-tac, tic-tac, tic-tac, es un reloj perfecto...,
perfecto, ¡perfecto!

10 de marzo de 2012

Salón casa de muñecas



Salón iluminado


Salón con parquet y vigas




Hamelin

Vestía un abrigo de muchos colores, ropa brillante, razón por la cual fue llamado El Flautista. Dijo que era un cazador de ratas...


...Las siguientes líneas fueron inscritas en un muro del pueblo:

En el año 1284 después del nacimiento de Cristo
En el lejano Hamelin
Ciento treinta niños, nacidos en este lugar
Se fueron con un flautista a la montaña.


Enlace al cuento (Hermanos Grimm): http://www.flautistico.com/articulos/el-flautista-de-hamelin-grimm

2 de marzo de 2012

Casa de muñecas de Maida

Este año, los Reyes Magos le trajeron una casa de muñecas a Maida, la mujer con la que este que aquí escribe comparte sus días. Cansado de la obsolescencia de todos los productos que se pueden adquirir en la actualidad (sobre todo los relacionados con la tecnología), decidí pedir en la carta algo que sobreviviese a los tiempos que corren. En casa tengo libros de mi abuelo, pero, ¿tendrán nuestros nietos libros nuestros? Como mucho tendrán una antigüedad llamada e-reader o un tablet. Y ni siquiera eso, porque ahora cuando algo se hace viejo, se estropea o simplemente pasa de moda, lo tiramos a la basura. En fin, que al final llegó la casa de muñecas y mi intención ahora en este blog es ir poniendo alguna foto para que veáis como avanza la “obra”. De momento no pondré demasiadas a la espera de si Maida se decide a crear un blog exclusivo sobre este entretenimiento o si por el contrario continúa en el batiburrillo de entradas blogueras que es este Diario de Diógenes.




16 de febrero de 2012

Yo tampoco tengo miedo. Vivo cerca del río.

London Calling de The Clash aparece en diciembre de 1979. Del punk al rock, del reggee al ska,  diecinueve temas donde Strummer, Jones, Simonon y Headon dan una lección de Rock con mayúsculas. El mejor grupo de la actualidad (que la verdad no sabría decir cual es) debería volver a nacer para conseguir componer una de esas diecinueve canciones.
Para los punks unos vendidos, para los rockers unos punks desviados hacia la música comercial, para mí es, sin ninguna duda, el disco más punk de la historia. Empezando por la portada, y no solo porque Simonon aparezca a punto de romper su bajo (única vez que lo hace, según sus propias declaraciones) sino por el original en la que está basada, el álbum debut de Elvis Presley. La pose de Elvis con su acústica y la de Simonon destruyendo su Fender Precision es puro nihilismo punk.

 
Está claro que el punk fue atacado o ninguneado por sus detractores, centrados exclusivamente en imperdibles, drogas, crestas y demás actitudes provocadoras. The Clash, sin embargo, a lo largo de sus diez años de carrera musical, sigue la parte utópica e idelista del punk, escoge el camino del “háztelo tu mismo”, el de "la salida creativa a la frustración” y el “haz siempre lo que desees”. Evidentemente, no hace falta escuchar mucho London Calling para determinar que cumple estos tres preceptos.
Que Strummer y compañía tenían un alto nivel de frustración, principalmente respecto a la política del momento, queda claro a través de las letras del álbum; paro, drogas, falta de libertad, brutalidad policial, etc. Por otra parte, la fusión de estilos rompe con la tradición más punk de sus dos primeros discos. Hacen realmente lo que les viene en gana, sin poses a lo Sex Pistols, que no fueron más que una eterna caricatura de sí mismos y no pudieron avanzar mucho más allá de su Never Mind The Bollocks, seguramente por falta de talento, tanto en el terreno musical como en el personal.
The Clash huye del punk, tal vez inspirados en su propia frase, “He who fucks nuns will later join the church” de Death or Glory, para adentrarse en una coctelera de estilos que hacen de London Calling un álbum imprescindible de la música rock. 
Los ochenta empezaban con esta obra maestra, pero lamentablemente, no tantos como debían comprendieron la importancia de este disco y la década dio cosas como Duran Duran o Spandau Ballet. Tampoco los autores de London Calling sobrevivieron a su propia criatura y lo que vino después (Sandinista, Combat Rock y Cut the Crap) no fueron más que intentos de repetir la fusión de London Calling pero sin apenas llegar a construir unas cuantas buenas canciones, aunque no hay que llevarse a engaño, un disco mediocre de The Clash es muy superior a la media musical actual.
En definitiva, London Calling es un disco que se escuchó hace treinta años, que puedes escuchar hoy y que seguramente se podrá escuchar dentro de otros treinta años sin perder ni un ápice de vigencia. Hacer arte atemporal está al alcance de muy pocos y The Clash lo consiguieron con este álbum. Solo por esto merecen un hueco en lo más alto de la historia de la música rock.