3 de febrero de 2016

El Valle del Loira en bici. Día 7: Blois-Cheverny-Blois

Último día en Blois y por tanto, último día de bicicleta y de castillos. Hoy vamos al castillo de Cheverny, a unos 18 kilómetros de Blois. Es un castillo renacentista que pertenece a la misma familia desde hace seis siglos, los Hurault. No es solo que pertenezca, sino que habitan en él. De hecho, siempre ha estado habitado lo que hace que sea uno de los mejores conservados en cuanto a mobiliario. Además, es el castillo que inspiró a Hergé, creador de Las Aventuras de Tintín para dibujar la mansión Moulinsart del amigo del protagonista, el capitán Haddock.  Existe una exposición permanente sobre Tintín en la parte exterior del castillo, pero no accedimos a ella. 

La llegada al castillo es a través de una alameda de unos cinco kilómetros. Si conocéis Las Aventuras de Tintín, enseguida te das cuenta de la inspiración de Hergé. De hecho, sólo elimina las dos torres laterales para el dibujo de la mansión Moulinsart.
 
Cheverny
Llegada al castillo de Cheverny

Cheverny
Vista frontal de Cheverny


 
Moulinsart
Mansión Moulinsart
Sin duda, el interior del castillo (más mansión o palacio que castillo) es el mejor de todos los que hemos visto. Eso sí, muchas habitaciones están cerradas con una valla y las tienes que admirar desde la puerta.  Aun así, las habitaciones, el mobiliario, los tapices, la sala de armas, todo es espectacular. 

Cheverny
Dormitorio

Cheverny
Habitación infantil

Cheverny
Habitación infantil
 
Cheverny
Cocina

Cheverny
Salón
Cheverny
Sala de armas

Cheverny
Sala de armas

Cheverny
Sala de armas
Y si el interior del castillo es espléndido, el exterior no se queda atrás. En la parte trasera del castillo se encuentra un pequeño jardín francés y una antigua orangerie, convertida en cafetería y salón para celebrar diversos actos. 
Cheverny
Exterior del castillo desde el jardín des apprentis

Cheverny
Pérgola y exterior del castillo desde el jardín des apprentis
 
Cheverny
Cafe de l´orangerie
Al lado del castillo, un parque inglés de cien hectaréas, con árboles plantados entre  1820 y 1860 por Paul Hurault de Vibraye  (tilos, secuoyas, cedros, etc.). Un paseo realmente agradable. Igualmente se puede apreciar la huerta donde se mezclan hortalizas y flores.


Cheverny
Árboles centenarios en Cheverny


Cheverny
Flores en Cheverny

Por último, una de las actividades del  dominio de Cheverny ha sido y aún es la caza de montería. Al lado de la huerta, muy próxima al castillo se puede acceder a la perrera, formada por una jauría de alrededor noventa perros anglo-franceses tricolores. Casi a diario, a una hora determinada, el público puede asistir a la animada comida canina. 

Cheverny
Perrera
 
Cheverny
Perrera

Y este fue nuestro último castillo, así que de vuelta a Blois. Allí se quedarán las bicicletas porque al día siguiente emprendemos la vuelta a casa. 


Página Oficial del Castillo de Cheverny

11 de enero de 2016

El Valle del Loira en bici. Día 6: Blois-Chambord-Blois

Hoy vamos a ir al castillo de Chambord, a unos 22 kilómetros de Blois. La ruta discurre por un sendero a orillas del Loira, para entrar después en los dominios del castillo, constituidos por el bosque cercado más grande de Europa (5.440 hectáreas). Habíamos leído que el castillo, pese a ser inmenso (y tal vez por eso) apenas estaba amueblado, así que decidimos no entrar y pasear por sus alrededores. 

Chambord
Llegando a Chambord
Al igual que en Chenonceau, hay miles de turistas aunque no se aprecia tanto debido a la grandiosidad de los alrededores del castillo. 

Chambord
Chambord


Chambord
Chambord

Chambord
Chambord

Chambord
Chambord

Chambord
Chambord
 
Tras la llegada, damos una vuelta alrededor del castillo para verlo desde todos los ángulos (lástima que estuviera con andamios) y paseamos con las bicicletas por el bosque. Pese a la majestuosidad del castillo (8 torres, 440 habitaciones, 365 chimeneas, y 84 escaleras), Francisco I lo construyó exclusivamente como pabellón de caza y apenas residió en él unos días, viviendo siempre en los castillos reales de Amboise y de Blois.

Chambord
Vistas de Chambord desde el bosque

Chambord
Vistas de Chambord desde el bosque

Pasamos el día allí, comimos sentados en la hierba y vuelta a Blois, otros 22 kilómetros. La verdad es que pese a no entrar en el interior del castillo, pasas sin problema el día sólo paseando y, por supuesto, no te da tiempo a recorrer todo el bosque. 

Chambord
Comiendo a pies del castillo
Chambord
Saliendo de Chambord por el bosque

Blois
Llegando a Blois

Con la tristeza de saber que apenas nos quedan dos días de viaje y un castillo por visitar, nos vamos al hotel.


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